lunes, 13 de octubre de 2008

Su estructura

Tu Tarot Personal en Zaragoza

Esta es la estructura básica del Tarot, setenta y ocho naipes pididos en dos grandes grupos: los arcanos mayores y los arcanos menores. Ambos grupos poseen independencia y pueden utilizarse conjuntamente o por separado, siendo siempre veintidós la unidad mínima de cartas requerida para poder usar esta peculiar mancia. Una buena manera de empezar a estudiar y utilizar el Tarot es añadir los cuatro ases de los arcanos menores a los veintidós mayores. Estas cuatro cartas representan desde inmemoriales tiempos a las cuatro grandes fuerzas simbólicas de la existencia: los elementos, que obligadamente estudiaremos más adelante.
Veamos pues la estructura de la mancia:

Estructura de la mancia del Tarot: Arcanos Mayores y Arcanos Menores
Estructura de la mancia del Tarot: Arcanos Mayores y Arcanos Menores

Cada uno de los cuatro palos de los arcanos menores posee una fuerte asociación a un elemento de la naturaleza. En el siguiente cuadro podemos ver la estructura general de los arcanos menores del Tarot. Basta con mostrar, por ejemplo, el palo de las espadas, asociado al elemento aire (arquetipo de la mente y todo lo relacionado con ella) pues los cuatro tienen la misma estructura:

Estructura de los Arcanos Menores: el Palo de Espadas
Estructura de los Arcanos Menores: el Palo de Espadas

El As es el comienzo de cada palo y el máximo exponente del elemento de la naturaleza al que representa. Como las primeras cartas que son, suelen aludir a procesos que comienzan, dignifican un nuevo e importante proceso o suceso y su aparición en la tirada tiene mayor relevancia que las trece que las siguen.

Las cartas numeradas del dos al diez representan aspectos cotidianos de la vida del ser humano. Estos naipes aluden a procesos concretos, como la realización de un viaje, la adquisición de una casa o una herencia, por ejemplo.

Por último, cada palo contiene las llamadas Figuras o Cartas de la Corte (esta última nomenclatura proviene de la edad media, época en la que, como hemos visto, el Tarot comienza a difundirse y utilizarse, y en la que la corte real sirvió de modelo para el mítico Tarot de Marsella) Estas cuatro láminas que cierran cada uno de los palos aluden a diferentes rasgos y personalidades del ser humano.

En definitiva, los cincuenta y seis naipes que llamamos arcanos menores del Tarot son la más simétrica y compleja de las dos subestructuras que lo componen. Pero no por ello son la más completa. De hecho, los veintidós arcanos mayores formulan un impresionante resumen de la existencia del ser humano en todos sus niveles. Éstos son más fáciles de utilizar y también la esencia misma del Tarot, así como de este blog.

miércoles, 8 de octubre de 2008

La huella de Toth en el Tarot

Tu Tarot Personal en Zaragoza

Cierto es que todo o casi todo lo conocido acerca del origen del Tarot puede llegar a suscitar las dudas, sin embargo, las posibilidades de un origen faraónico (o incluso anterior, dado el misterioso origen del sabio Toth) son mayores que las de uno medieval.

Aunque los documentos alejandrinos se perdieran, y los poquísimos que existen relativos a la alquimia, la ciencia hermética (de Toth) que podría sintetizar simbólicamente el Tarot, sean casi todos de origen arábigo y puedan haber transformado en gran medida la realidad de estas arcanas creencias egipcias, la antiquísima tradición oral podría explicar la difusión de la alquimia egipcia a casi medio mundo. Es así como los fenicios o gitanos, mal llamados en un principio egipcianos, podrían haber transmitido en su continuo vagar por numerosas tierras los principios de la ciencia de Toth y del Tarot, lo que explicaría también la arraigada asociación de este pueblo nómada con el mundo de lo adivinatorio.

La propia Tabla Esmeralda de Toth-Hermes nos mostrará las analogías entre la alquimia egipcia y el Tarot:

"Es real, sin mentira, cierto y muy verdadero.

Lo que está más abajo (la Tierra, sustentada por los cuatro elementos) es como lo que está arriba; y lo que está arriba (el cosmos, las constelaciones, la astronomía y la astrología) es como lo que está abajo (compara aquí la existencia del ser humano con el Universo)

Su padre es el Sol (arcano número XIX del Tarot) y su madre la Luna (arcano número XVIII del Tarot)

El Viento lo lleva en su vientre.
Su nodriza es la Tierra.

Separa (distinguir los opuestos, lo masculino de lo femenino, los elementos, que son los cuatro palos de la baraja, la parte más simétrica del Tarot) la Tierra del Fuego, lo sutil de lo burdo, (lo espiritual de lo material) pero sé prudente y circunspecto cuando lo hagas.

Usa tu mente por completo y sube de la Tierra al Cielo, y, luego, nuevamente desciende a la Tierra y combina los poderes de lo que está arriba y lo que está abajo (asociar el cosmos y la astrología a la vida mundana)

Así ganarás gloria en el mundo entero y la oscuridad saldrá de tí de una vez (la misión de la alquimia: producir el gran cambio en el iniciado, la famosa transmutación alquímica cuyos pasos simboliza el Tarot)

Éste es el origen de los prodigios
que se hallan aquí (escritura, matemática, astronomía, astrología, arquitectura de las esfinges y las pirámides, alquimia...)

Esto es por lo que soy llamado Hermes- Trimegisto, porque poseo las tres partes de la filosofía cósmica (cuerpo, mente y espíritu -o tierra, aire y fuego- : el mundo de lo material y tangible; el mundo de lo mental, la palabra y la idea; y el mundo de lo divino, lo relativo a Dios, el Sol)

Lo que tuve que decir sobre el funcionamiento del Sol ha concluido."

Representación de la 'Tabla de Esmeralda' atribuída a Hermes Trimegisto
Podéis leer más aquí sobre la Tabla Esmeralda y Toth-Hermes Trimegisto

La Tabla Esmeralda prácticamente alude a las dos partes del Tarot: el equilibrio entre los opuestos de la naturaleza que recogen los cuatro palos o arcanos menores simbolizando aspectos y sucesos de la vida mundana, y la astrología que estudia el cosmos y la trascendencia espiritual, presentes en los veintidós arcanos mayores que simbolizan, con su propio orden, los procesos de la existencia del ser humano. Ambas partes tienen un único fin: guiar al consultante del Tarot aportándole, en su práctica, una útil visión de conjunto (así es la naturaleza del arquetipo) sobre la situación que le preocupa.

De cualquier modo, a estas "coincidencias" entre el Tarot y la Alquimia egipcia de Toth, sintetizada en esta Tabla Esmeralda, hay que sumarles otras nociones interesantes.

Sabemos que Platón pasó diez años en Egipto estudiando los misterios del Valle del Nilo, y que 36 años más tarde comenzaría con 'Timeo', y poco más tarde con 'Critias', sus cuatro últimas obras. En estas dos obras trata temas como la "historia verdadera" de la Atlántida y los cuatro elementos de la naturaleza, a los que estudia en profundidad. De ellas, muchos estudiosos de la cartomancia (como 'Papus') rescatan la antigua representación de la Gran Esfinge como símbolo de la unión entre los cuatro elementos y la astrología para desentrañar un poco más los misterios de la huella de Toth.

La esfinge del Antiguo Egipto La esfinge del Antiguo Egipto
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La esfinge (su representación arcaica, en la imagen de la derecha) es la síntesis de los cuatro elementos: tiene cuerpo de toro, signo de Tauro, Tierra; garras de león, signo de Leo, Fuego; alas de águila, el escorpión transformado en ser volador, signo de Escorpio, Agua; y rostro de hombre, signo de Acuario, Aire.
En el ya cristianizado Tarot de Marsella, la esfinge aparece en la cúspide de la rueda en La Rueda de la Fortuna (X); y el último de los arcanos mayores, El Mundo (XXI), muestra sus cuatro símbolos, que los cuatro evangelistas adoptaron posteriormente.

El rescate de la esfinge egipcia en el Tarot de Marsella
La esfinge en el Tarot de Marsella
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* Cuando el ejército de Napoleón, al mando del general Desaix, buscaba a los mamelucos por toda la región de Dendera (la antigua capital conocida como Tantere), el desierto egipcio no tardó en diezmar sus energías, por lo que se dispusieron a descansar en el Templo de Hator, la diosa del amor, que sólo Isis superaba en importancia. El peso de una caja de munición abrió un agujero en el suelo revelando una semienterrada pero colosal sala, donde, al mirar al techo, encontraron una enorme losa de piedra de cincuenta toneladas. Así es como descubrieron el Zodíaco de Dendera, que lleva décadas expuesto en el Museo de Louvre, Paris.

El impresionante 'Zodíaco de Dendera' del Templo de Hator
La gran cúpula de una de las salas del Templo de Hator
estaba adornada con este impresionante Zodíaco.

Cuando enviaron la fastuosa obra a Francia, comenzó un incansable debate acerca de su cronología entre los sabios de Napoleón, en el que la Iglesia del Vaticano sofocó aberrantes afirmaciones amenazando a los más osados con la excomunión, ya que la creación del mundo había tenido lugar cuatro mil años antes de Cristo; Adán, el primer hombre, había aparecido cinco mil años atrás y la Tierra no tenía una antiguedad mayor a seis mil años.

Esta descomunal obra es una pequeña muestra del conocimiento astrológico y astronómico que los egipcios ya poseían mucho antes de que el Imperio Romano conquistara sus tierras, así como uno solo de los legados de la sabiduría de Toth. En el siguiente dibujo se aprecia en detalle el contenido del Zodíaco, en el que los doce signos astrológicos y sus constelaciones son perfectamente reconocibles:

Representación detallada del Zodíaco de Dendera
Representación detallada del Zodíaco de Dendera
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*La etimología de la palabra "Tarot" también ha sido estudiada por los eruditos de la mancia a lo largo de los siglos. De su estudio podemos rescatar un pequeño resumen como este:

En egipcio, el vocablo "tarah ha´Toth" sirve para representar la palabra Tarot. Sobra decir de ahí que el nombre de su posible creador, Toth, salta a la vista.

Gébelin afirmó que la palabra Tarot provenía de las palabras egipcias "tar", que significa "real" y "ro", que significa "camino"; y argulló que el Tarot es pues, "el camino real a la sabiduría".

Valliant afirma que la diosa egipcia Astaroth, cuyo nombre contiene entre sus letras la palabra tarot, es también la diosa Inda- Tartar o Tan-tara, de donde proviene la palabra Tantere, capital de la que procede el Zodíaco de Dendera.

Otras palabras que podrían explicar el nombre Tarot son:

  • Torah, que en hebreo significa "La Ley".
  • Throa, que en hebreo significa "La Puerta".
  • Rota, que en latín significa "La rueda de la vida o la muerte".
  • Orat, que en latín significa "El hombre que reza".
  • Taor, que antiguo egipcio significa "Taur" (dios de la oscuridad)
  • Ator, (la diosa Hator, en cuyo templo se encontró el Zodíaco) que en antiguo egipcio significa "Venus" o "La Gran Madre".
  • Taro, que en antiguo egipcio significa "Que hace girar" (ver la carta de La Rueda de la Fortuna, X)

jueves, 2 de octubre de 2008

Su historia

Tu Tarot Personal en Zaragoza

Ya que contenían símbolos paganos, las primarias barajas medievales pintadas a mano fueron sistemáticamente destruídas por la Iglesia, que, en su línea, encabezó una auténtica persecución para para limpiar el mundo de "aquellos juegos que a la gente unían mediante el pecado". Su último y definitivo ataque nos consta del año 1423, en el que un monje suizo retomó la cruzada "anti-tarot" iniciada por San Bernardino de Siena quemando la mayoría de las pocas barajas de la época, que por costumbre eran encargadas a importantes artistas del momento.

Se cree que, en toda europa occidental, sólo una de ellas se salvó de las llamas de la Inquisición. Entra en escena la familia Visconti, poseedora de la más vetusta baraja de Tarot encontrada, que tuvo un importante papel como gobernanta de la vieja Milán, Italia.

Tras salvarse milagrosamente de las llamas del medievo, el impresionante Tarot Visconti, datado de entre el 1432 al 1466, llega hasta nuestros días casi en perfecto estado de conservación, tras más de cinco siglos de antiguedad, como la primera baraja de Tarot de la Historia, gracias a los esfuerzos conjuntos de las familias Visconti y Sforza por salvaguardarla. Actualmente se encuentra en colecciones privadas de Italia y Nueva York y su valor es incalculable.

Se dice que los Visconti encargaron a los más renombrados artistas del siglo XV una baraja bella a la par de innovadora, recubierta de oro puro. Otro importante dato a citar es que, según un vasto grupo de estudiosos del Tarot Visconti, es la misma Manfreda Visconti la que aparece retratada en el segundo de los arcanos mayores, La Suma Sacerdotisa, originariamente llamado La Papisa. Parece que su tarot no fue lo único de los Visconti que amenazó a la Iglesia italiana desde la herejía: cuenta la leyenda que una antepasada de Manfreda llegó a lo alto de la jerarquía eclesiástica habiéndose disfrazado de hombre durante años, hasta que fue nombrada "papa". Su secreto se desmontó cuando murió dando a luz durante una celebración pascual. Se dice que este mito, unido a la devoción feminista de un grupo sectario italiano llamado los guglielmitas, que esperaba que las mujeres pudieran acceder al papado, consiguieron que Manfreda fuese realmente elegida Papisa. Por supuesto, la Iglesia no tardó en ajusticiar semejante aberración quemando viva a Manfreda allá por el 1300.

Como vemos, la familia Visconti tuvo un importante papel para establecer un punto de partida en la historia conocida del Tarot, y tal vez también en su origen. Después de la instigación de la Iglesia, sólo una sospecha poseemos del aspecto de las barajas anteriores a la de Visconti. Tal vez algún día se descubra alguna otra que se salvó... hasta entonces, el bello Tarot Visconti encabezará la lista de las barajas supervivientes en la impresionante historia de esta mancia.

Los naipes de 'El Mago' (I), 'La Suma Sacerdotisa' (II), 'La Justicia' (VIII), la 'Sota de Oros' y el 'Dos de Copas' del Tarot Visconti

El Duque Filippo María ViscontiEl Duque Filippo María Visconti, poseedor del único mazo superviviente de su época

El duque Filippo María Visconti, en la imagen, el último gobernante y el miembro más supersticioso de la familia, mandaría ilustrar un Tarot que pasaría a la historia como el primero de todos los conocidos. Desde temprana edad recibió la tutela del astrólogo Marziano da Tortona, considerado por algunos como el posible autor del Tarot, añadiendo otra teoría más a las que conforman su misterioso origen. La superstición marcó en el caracter del duque su excéntrica tendencia. Famosa fue su decisión de dar plantón al emperador Segismundo porque los astros no le eran propicios para entablar negociaciones.
Aunque con él terminó el largo ducado de los Visconti, a Filippo no pareció importarle en exceso el suceso, pues estuvo harto ocupado en reunir a un gran elenco de importantes esotéricos para que aseguraran la inmortalidad de su alma.

* El Mítico Tarot de Marsella

El más importante y estandarizado de todos los mazos de tarot que han llegado a nuestra época, tanto que casi cualquier persona de a pie que reflexione sobre esta mancia automáticamente la relaciona con el estilo y la apariencia del Tarot de Marsella. Este tarot nació con las primeras barajas de naipes impresas en color mediante xilografía, y deriva de varios mazos dibujados en Marsella, la "capital del Tarot". El nombre de "Tarot de Marsella", sin embargo, se lo puso el cartomante francés Paul Marteau hace muy poco, en el 1930.

El Marsellés sintetiza la evolución de todos los mazos antecesores, por ello, aunque sea relativamente moderno, este tarot francés del siglo XVIII posee una heredada y taimada apariencia medieval, muy parecida a la de las vidrieras de las catedrales que también se realizaban mediante xilografía y que constituye su característica gráfico-artística más importante.

Bajo su cristianizada semblanza, los numerosos misterios encerrados en sus naipes dignifican los procesos de la existencia del ser humano, llamando la atención de todo tipo de personas. Sus ilustraciones siempre han estado regidas por la sencillez en el trazo y los colores de tintas planas, sin degradados. Las sombras de sus dibujos están representadas mediante texturas de rayitas paralelas cerca de los gruesos bordes de sus figuras, que parecen realizadas a mano alzada.

Como mucha gente, éste fue el primer tarot que yo compré, y con el que desarrollé mi interés por la cartomancia. Su universalidad lo convierte sin duda en el más importante ejemplo a citar en cualquier estudio relacionado con esta mancia. Es casi imposible proponerse comprar el Tarot de Marsella y no poder encontrarlo, está a la venta en numerosas librerías y tiendas especializadas en esoterismo, y es una compra más que obligada.

Los Arcanos Mayores del Tarot de MarsellaLos veintidós Arcanos Mayores del imprescindible Tarot de Marsella
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* D esde el auge que tuvo el Tarot en la Italia medieval (de la mano de su persecución por la Iglesia) entre la nobleza de sus gentes, hasta que el Tarot de Marsella llegara a las grandes multitudes pasarían casi cuatro siglos. Sólo a partir del siglo XVIII el Tarot y sus misterios serían estudiados casi sin descanso (y por otra parte sin "miedo" a terminar en la hoguera, aunque bajo el prejuicio de la sociedad en muchos casos) por ocultistas, místicos, eruditos y sociedades secretas. Es así como pasó de ser un juego que encerraba un milenario potencial simbólico a ser la cartomancia por excelencia. Estudiado y analizado por los más renombrados ocultistas de la época, éstos discrepaban en un único término: su origen.

Court de Gebelin, 1725, en su libro El Mundo Primitivo (Le Monde Primitif) sostuvo a capa y espada que los orígenes del Tarot se remontaban a los de los dioses egipcios, de Toth. Un espabilado discípulo de Gebelin, Alliete, invirtió su nombre (Eteilla) para crear un pseudónimo bajo el que trabajó como ocultista y adivino antes de la revolución francesa. Su obra adaptaba los antiguos tarots a su estudio matemático, que había desarrollado según las enseñanzas de Pitágoras.

Arthur Edward Waite, posiblemente el más conocido de estos personajes, supervisó la creación del que sería uno de los más famosos tarots en todo el mundo, su mazo conocido como "Raider" o "Rider". Wait centró sus estudios en la antiquísima simbología egipcia y "volvió loco a medio mundo" invirtiendo la numeración de los arcanos mayores de La Justicia (VIII) y La Fuerza (XI). El naipe de 'La Rueda de la Fortuna' (X) del Tarot de 'Papus' Un sacerdote católico, también bajo pseudónimo, Eliphas Lévi, 1810, defendió el origen hebreo y cabalístico del Tarot y fue el que asoció los veintidós arcanos mayores a las veintidós letras de aquél alfabeto.

Gérard Encause, 1865, trabajó como "Papus" estudiando las asociaciones cabalísticas entre números y letras, y expuso que los grandes misterios del Tarot giran en torno a la palabra ROTA (rueda) y se ocultan codificados en el décimo de los arcanos mayores del Tarot, La Rueda de la Fortuna (derecha).

También Oswald Wirth y Aleister Crowley, más contemporáneos, crearon sus propias barajas de Tarot. El enigmático Crowley, 1875, que gustaba de dar la nota con sus oscuros escarceos con la "magia negra" (llegó a expresar muchas como: "Al infierno con el cristianismo, construiré un nuevo cielo, una nueva tierra, quiero blasfemias, asesinatos, violaciones, revolución, todo lo malo...") realizó una obra a la que llamó "The Book of Toth", que constaba de un libro y su peculiar tarot, muy diferente a todo lo que estaba establecido.

Los naipes de 'El Colgado' (XII) y 'El Carro' (VII) de las obras de Crowley y Waite Los naipes de 'El Colgado' (XII) y 'El Carro' (VII) de las obras de Crowley y Waite
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Algunos Arcanos del Tarot de Salvador Dalí Los naipes de 'El Loco', 'La Suma Sacerdotisa' (II), 'El Sumo Sacerdote' (V), el 'Cuatro de Copas', el 'As de Oros' y el 'Rey de Bastos' del impresionante Tarot creado por el genio Salvador Dalí
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Estos son sólo algunos de los más renombrados estudiosos del Tarot en los siglos XVIII y XIX, y cada uno aportó sus propias teorías acerca del origen de la mancia. Sin embargo, el Tarot ha sido siempre una de las obras preferidas a recrear no sólo por ocultistas, sino también por artistas y escritores. Algo tendrá esta mancia que anima de extrañas formas a la gente a estudiarla y modificarla al antojo personal. Incluso ha cautivado algunas de las mentes más geniales. El mismísimo Dalí, por ejemplo, creó su propio surrealista Tarot Dalí (izquierda).



El impacto artístico y literario de la New Age (desde 1962), la Era de Acuario, nos trae hoy día una casi infinita lista de obras con el Tarot, la astrología, la magia y las ciencias ocultas como protagonistas.

El mercado de lo "oculto" ha cogido tremenda fuerza y lleva décadas rebosado de obras que estudian el Tarot desde una perspectiva más accesible, amena y personal, haciendo que sea posible aproximarse a él sin los conocimientos de aquellos eruditos ocultistas que se ganaron un hueco en la historia del estudio de la cartomancia.

Afortunadamente, hoy la mancia del Tarot está al alcance de todo el mundo y, aunque desprestigiada por muchos, se podría decir que en auge.

¿De dónde viene?

Tu Tarot Personal en Zaragoza

Aún hoy día se desconoce el origen legítimo del tarot. Éste está envuelto en un misterio que al parecer pocas posibilidades tiene de ser resuelto. Por doquier asoman la cabeza estudiosos de la Historia con nuevas teorías que promulgar, y éstas, con nuevos debates que suscitar. De hecho es tal la reyerta que el misterio del origen de esta mancia ha provocado, que desde una tardía edad media con sus interminables escritos esotéricos hasta nuestra época, sin ir más lejos de la propia internet, cada pensador ha sostenido con uñas y dientes su propia verdad y desprestigiado las teorías del vecino.

Desde los que lo sitúan alrededor del siglo XIII (Baja Edad Media) creado por los místicos de la época, necesitados de un código con el que ocultar y salvaguardar su sabiduría, hasta los que lo hacen allá por el 3100 antes de Cristo, como la esencia simbólica de una ciencia milenaria, la alquimia, en la mismísima capital del Imperio Antiguo de Egipto, Menfis.

Éstas son, precisamente, las dos teorías principales, y aunque existen otras muchas más, tan curiosas incluso como la que describe al Tarot como un regalo interplanetario, procedemos a conocerlas con un poco más de profundidad, no sin antes dejar claro que estamos ante una muy posible condensación simbólica de la sabiduría primigenia, de la raíz de todas las ciencias y creencias, lo que su sola posibilidad lo convierte en algo muy valioso, arcano y serio.

1. De la mano del faraón.

Cronológicamente hablando, la más antigua y abrumadora referencia que ha sido encontrada es El Libro de Toth, o lo que en una serie de figuras cinceladas en los muros del Templo de Ptah, Menfis, de él se conserva. (Se ha de distinguir aquí a Menfis como la capital del Imperio Antiguo de Egipto, fundada en el 3100 a.C.; y a este templo como datado del Imperio Nuevo: XVIII Dinastía - XX Dinastía 1.550 a.C. - 1.069 a.C.)

Las figuras encontradas en los muros de este templo contienen, para los que han podido contemplarlas, similutes con las que adornan los naipes del Tarot demasiado importantes como para pasarlas por alto, lo que lleva décadas dando pie a los estudiosos de la mancia a defender éste como su verdadero origen. Tal es el caso del doctor Klaus Bergman, importante escritor contemporáneo y estudioso de lo esotérico, autor de obras bastante conocidas como "Las Profecías de Nostradamus" o "El Tarot". En esta última, el doctor explica:

"Hablar de Toth es citar, obligatoriamente, a Hermes Trimegisto (tres veces maestro), ya que la civilización egipcia desarrollada bajo los Ptolomeos identificó al mítico dios-luna-Toth con Hermes, al que ellos tenían como un antiguo rey de Egipto, inventor de todas las ciencias, cuyos secretos guardaba en los libros místicos finalmente condensados en uno solo, el Libro de Toth, el manual de las altas escuelas iniciáticas, de la magia, la astrología, la astronomía y de todo lo que al espíritu corresponde [...] que contiene una colección de figuras cabalísticas para obtener efectos mágicos que se identifican fácilmente con el tarot en general y especialmente con los veintidós arcanos mayores del tarot" Extracto de la obra "El Tarot" del Dr. Klaus Bergman
La Gran Esfinge de Guiza, Egipto La Gran Esfinge de Guiza, Egipto
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En el interior de la Gran Pirámide existe un recientemente descubierto túnel que conduce a través y debajo de las patas de la Gran Esfinge hasta otro templo de iniciación egipcia, donde de nuevo se hallan las tablillas rescatadas de El Libro de Toth. De estas ciento ocho tablillas de oro puro sólo se conocen setenta y ocho, el mismo número que cartas conforman el Tarot.
Aunque todas estas evidencias suponen para muchos, entre los que me incluyo, la prueba de que el Tarot proviene de estos templos del Antiguo Egipto, algunos estudiosos se empeñan en echar por tierra esta "teoría" y defender un origen medieval.

Representación del dios Toth

Toth se presentó en Egipto procedente de un país de "más allá de donde se oculta el Sol", por lo que seguramente habría emigrado del oeste. También el origen de este sabio es un misterio, si bien muchos presuponen que emigrara de la mítica Atlántida. Sea como fuere, por su gran sabiduría en todas las ciencias, al servicio del rey Menes unificador, se le representó desde muy temprano como un hombre con cabeza de Ibis, el ave sagrada del Nilo para los egipcios. Cuando los griegos arribaron a Egipto no pudieron sino maravillarse por lo que Toth había conseguido en aquellas tierras, y lo asimilaron llamándolo Hermes Trimegisto. Recopilaron buena parte de la sabiduría que aún se le atribuía, que conocemos como Alquimia, y la pusieron a buen recaudo, según arcanos escritos, en la gran Biblioteca de Alejandría. Tras sufrir incendios, terremotos y ataques de los cristianos, se estima que la biblioteca acabó desapareciendo por completo y con ella muchas de las enseñanzas de Toth.

El Libro de Toth, el primer y más antiguo "libro" del que se tiene constancia en la Humanidad, está considerado como el gran manual del esoterismo primigenio, y como el "hermano mayor" del mismísimo Libro de los Muertos, cuya autoría algunos también le atribuyen a Toth. Aunque una tablilla datada del siglo IV a.C. recientemente descubierta (no la Tabla Esmeralda) supone prueba fehaciente no sólo de que el libro existió, sino de que además perduró al menos hasta aquella época, nunca ha sido visto impreso ni reproducido.
Se presupone que lo conformó un papiro o una serie de hojas de entre 10000 y 20000* años de antigüedad y que contiene la sabiduría de este escriba, que se ganó un puesto en el panteón egipcio y que al parecer fue la figura clave en la transformación en superpotencia cultural del humilde pueblo de Egipto.
Ramsés II llegaría a poseer la obra de Toth, que se creía la fuente de su poder ; su hijo Khaunas, sin embargo, mandaría quemar el libro por temor a sus inconcebibles misterios.
La de Toth es una de las pocas obras llamadas "biblias prohibidas", condenadas por la Iglesia durante toda la edad media, tanto que la Inquisición llegó a anunciar la destrucción del libro. No sabemos si existe alguna otra copia, si lo que se salvó del ataque de Khaunas aún existe, si se mantiene oculto o sólo perdido, o si fue realmente destruído por la Inquisición. Las únicas representaciones conocidas son las cinceladas en el templo de Ptah y en la Gran Pirámide, que muchos consideran el origen de El Tarot.

2. "El legado medieval"

Sin embargo, para muchos estudiosos las similitudes, por abrumadoras que sean, no son suficientes. Existe otra gran facción que se niega a admitir su origen egipcio (o preegipcio) y defiende un Tarot naciendo en una turbulenta y oscura edad media, época en la que en su última etapa comienza su auge en Italia.

Su creación se atribuye aquí a la necesidad que los místicos medievales, allá por el siglo XIII (se estima), tenían de contener en una sola síntesis secreta (un código) toda la sabiduría que poseían. Estos místicos, en sus escritos, condensarían sus vastos conocimientos, lo que posteriormente daría origen a su simbólica y encriptada representación, el Tarot.

Desafortunadamente, y gracias a la Iglesia, la primera baraja de cartas de Tarot conocida como tal data de dos siglos después a estas "primeras" referencias escritas, por lo que poco o nada se conoce del proceso de creación. ¿Quién en la edad media, y cómo, creó el Tarot? Algunos se lo atribuyen a los místicos cabalistas de la Orden del Temple, y creen que, en sus arriesgadas empresas, los Caballeros Templarios encontraron el valiosísimo Libro de Toth, que confiaron a sus eruditos para que cristianizaran sus enseñanzas. Otros piensan que fue la también cabalística* sabiduría de Salomón, cuyo templo dio cobijo a los Templarios y les confirió su nombre, la que dio origen al Tarot.

Otros muchos, sin embargo, a las pruebas tangibles se remiten, y sostienen que el afortunado poseedor de la primera baraja de Tarot conocida y sus allegados eruditos fueron sin duda alguna sus creadores. Se sabe que la Inquisición persiguió, en la medida de sus posibilidades, que eran bastantes, hasta el último documento de sabiduría no cristiana de la edad media. Cuando se hubo enterado del posible origen pagano del Tarot, así como de las numerosas riquezas que los Templarios acumularon, la Iglesia no cesó en su empeño hasta exterminarlo casi por completo, como no dudó en torturar y quemar en la hoguera a sus propios Caballeros Templarios.

Los Caballeros Templarios Los Caballeros de la Orden del Temple
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Se cree que los famosos Caballeros del Temple, que se refugiaron en el templo de Salomón con la misión de dar con el Arca de la Alianza, encontraron allí tesoros y objetos milenarios de gran valor para la época, razón por la que el papa Clemente V y Felipe el Hermoso confabularon contra ellos y les acusaron de herejía... entre otras cosas.
Tras condenarlos, torturarlos e interrogarlos y finalmente quemarlos en la hoguera, ni Iglesia ni monarquía dieron con los tesoros de los Caballeros, que se cuentan escondidos por tierras francesas.
¿Dieron los Caballeros Templarios con el legendario Libro de Toth en su divina búsqueda del Santo Grial?
¿Lo asimilarían y cristianizarían dando origen al Tarot?

El escudo de la Santa Inquisición

La Inquisición de la Iglesia Católica, aunque fundada como tal en el siglo XII, no se hizo fuerte hasta el siglo XIII, sobre todo en el sur de Francia y el norte de Italia, regiones a las que se considera la cuna medieval del Tarot.
El misterio del posible origen en la edad media de la mancia del Tarot es tal gracias a la acción persecutoria de esta institución, que fue responsable de la destrucción de la mayor parte de barajas de Tarot hasta el siglo XV, así como de los documentos de índole esotérica que presuponemos explicarían el origen y las estructuras de la mancia.
¿Por qué el incesante empeño de la Iglesia en perseguir y erradicar el Tarot y todo lo que a él concernía?
¿Fue realmente la que destruyó, como bien dijo, el milenario Libro de Toth?
¿Pretendería esta institución, ya desde los albores de su Iglesia, ocultar a toda costa las codificadas enseñanzas del Tarot para que no llegaran a las gentes?
¿En qué medida esta milenaria o centenaria mancia amenazaba su religión?

miércoles, 1 de octubre de 2008

¿Pero qué usos se le pueden dar al Tarot?

Tu Tarot Personal en Zaragoza
Comúnmente, y en su término más mundano, el uso principal que se le da al tarot es el de hallar información. Aún hoy día no se puede explicar cómo funciona realmente, por qué acierta tanto y, una vez más, su legítimo origen. Sin embargo, lo que está más que demostrado es que proporciona información (¡a veces increíblemente exacta!) sobre todo lo que se le quiera preguntar.

El abanico funcional de posibilidades que esto supone es bastante amplio, ya sea para conocer el pasado, el presente o el futuro; pero el tarot, y más concretamente sus ilustraciones, (y sus reversos) facilitan la meditación y la relajación mediante su visualización, algo de lo que numerosos profesionales de la psique humana se llevan beneficiando en su trabajo durante siglos (uno de los pioneros en este ámbito fue Carl Gustav Jung, un importante médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo y figura clave en la etapa inicial del psicoanálisis, que realizó un intensivo estudio de las aplicaciones psicológicas del tarot, y denominó tanto a los números universales como a los arcanos del tarot "arquetipos*").

También se ha demostrado que la práctica con el tarot desarrolla la intuición y la sensibilidad. Además, ya en la vertiente esotérica, cada carta (o arcano, o avatar, o hechizo) proporciona una lección que propone al menos una actividad espiritual con la que transformar algún ámbito de la vida del usuario; por ejemplo, la carta número XVIII de "La Luna", que nos habla entre otras cosas de un posible e inminente peligro, o algún tipo de miedo o de hábito negativo arraigados, propone un trabajo espiritual para detectarlos y erradicarlos.

Así es como el usuario del tarot se encuentra él solo ante un enorme y entramado sistema de evolución psíquica y espiritual (simplemente hemos de asociar estas características a las setenta y ocho cartas del tarot), y poco a poco encuentra su propia manera de utilizarlo.
Es por esto que utilizar el tarot se llega a convertir en algo tan personal.


ZARAGOZA: Tarot de Sergio

Jung rescató de los escritos de los sabios de la antigüedad al arquetipo, y lo definió como "la expresión pura de un ideal común a todas las culturas". Fue íntimo colega del considerado padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, del que hoy sabemos que también llegó a utilizar el Tarot.
Tras la muerte de Freud en 1939, en su casa de Viena hoy convertida en museo, se encontró sobre su escritorio una baraja de tarot egipcio con claros signos de haber sido usada habitualmente.
Pero, ¿en qué medida utilizó el mismísimo creador del psicoanálisis esta peculiar mancia?


En psicología, el arquetipo recibe el carácter de lo inconsciente colectivo, un concepto básico de la teoría desarrollada por el psiquiatra suizo Carl Gustav Jung. La teoría de Jung establece que existe un común a los seres humanos de todos los tiempos y lugares del mundo, constituido por símbolos primitivos con los que se expresa un contenido de la psiquis (nuestra individualidad, nuestra conciencia) que está más allá de la razón. Ejemplo de estos símbolos, al igual que los números universales (del 1 al 9, el 11 y el 22), son las cartas del Tarot.